Vivimos rodeados de crisis.
Continuamente los medios de comunicación nos la recuerdan, la retratan con sus
compinches analizándola y reformulándola con sus mágicas y recortables
soluciones. Mientras, nosotros desayunamos diariamente sus consecuencias y preparamos
la próxima toma protegiéndonos de
los empachos de los recortes.
Pero,
¿cómo sobrevivir a esta crisis, sin entrar en crisis, sin angustias, sin
agobios? Hace unos días leo una propuesta que alguien hacía indicando que
se leyera el periódico al revés: de
atrás hacia delante. Es así como en mi afán aventurero, me propongo realizar un
estudio empírico-experimental cogiendo un periódico e iniciando su lectura
desde la última página.
En
la contraportada informan como uno de los personajes famosos que más fantasías
sexuales provocan es Antonio Banderas. Esto científicamente se diría que era lo
previsible, pero cuando descubro que quien se alza con el título de la
antifantasía es nuestro presidente Mariano Rajoy me decepciono porque este
señor fue quien nos prometió la felicidad
y ahora nadie quiere fantasear con él. Aún así , este hecho no me provoca ninguna crisis
Avanzo
y paso de página encontrándome con la
programación de TV y descubro las maravillosas mañanas, tardes y noches que nos
ofrecen sus programadores: cuanto divertimento, entretenimiento y
esparcimiento, cuanta noticia de la
noticia, cuanta superficialidad y que poca crisis… y me relajo.
En
la siguiente hoja aparece el tiempo: se anuncian temperaturas bajas pero en general sin nubes y mucho sol
alumbrando el horizonte y protegiéndonos
de los nubarrones. ¿Alguien le llama a esto crisis?
Desde la sección de espectáculos y cultura me llevan al cine, teatro y exposiciones varias y
los crucigramas, sudokus, jeroglíficos,
sopa de letras y autodefinidos me invitan
a mayores momentos de evasión. Lo están consiguiendo: estoy olvidando casi por
completo la crisis. Continúo pasando hojas y encuentro los anuncios breves y sus propuestas
matrimoniales, contactos, relax y masajes varios que sin asomo de crisis ofrecen de todo y te lo llevan a casa si lo
deseas. Paso por los deportes, viendo como futbolistas, tenistas,
baloncestistas, ciclistas, pilotos, compiten, se reparten puestos y puntos y
todos ganan aunque pierdan.
Ya adentrándome en la
mitad del periódico, se presentan las noticias internacionales, seguidas de las
páginas nacionales y locales comunicando
revueltas, violencias, fraudes, juicios pendientes, sentencias judiciales y multitud
de hechos que anuncian la permanencia de
nuestra famosa crisis.
Si embargo, tras la visita al teatro, la práctica de deporte, la
terminación de los crucigramas y sopas
de letras , el disfrute
del radiante sol y la fantasía con Banderas, la crisis ha desaparecido por
completo.
Confirmado:
si se inicia la lectura del periódico desde la última página, encontraremos
medios y fuerza para sobrellevar los
hechos de las primeras. Pero no nos engañemos: esto es una ayuda, no la
solución. Continuará….