sábado, 15 de octubre de 2011

RECORTES SOCIALES


           Estamos en época de ajustes y recortes. Las medidas con las que los políticos  de los distintos  gobiernos y administraciones nos levantan cada día pareciera que han provocado inmunidad  a nuestra capacidad de sorpresa. Sin embargo, siempre hay alguien que se supera y consigue detener más nuestra atención.
            Es el caso del parlamento catalán cuyos dirigentes anunciaron días pasados que sus 135 parlamentarios autonómicos cobrarán una paga menos en 2012, dejando de ingresar cada diputado 5.500 euros cada uno. El objetivo, según ellos, es ofrecer una imagen de austeridad y ahorro y trasmitir a los ciudadanos que ellos también se sacrifican y no solo pagan los platos de la crisis los ciudadanos de a pié: pequeño detalle. 
            Pero esto solo es el inicio porque los políticos cuando se tornan dadivosos se convierten en una mancha de aceite extendiéndose  por el  océano de su solidaridad y hete aquí que desde el ayuntamiento de Barcelona los concejales y altos cargos no desean quedarse atrás y han dicho “yo también quiero”  prescindiendo de su paga navideña, pero esta vez pequeño gran detalle” destinarán la colecta de este “gran ahorro” para fines sociales.
            Que gran trabajo y esfuerzo la de estos benefactores que primero realizan recortes sociales y luego se aprietan el cinturón regalando su paga extraordinaria para que sus ciudadanos puedan comer el turrón. Casi nada….
Lo que esperamos de todos nuestros representantes políticos es que se superen y lleven a cabo el  gran detalle  de dar no solo sus pagas extraordinarias sino también  sus  dietas, gastos de desplazamientos, participaciones y sueldos  en consejos de administración, etc, etc ,  a todos  los  empleados que han de resistir  la rebaja de sus sueldos  ó la eliminación de sus puestos  de trabajo.
Señores “benefactores”, no puedo por menos que recordarles que los derechos sociales que ustedes recortan  nos han costado mucho sacarlos adelante y ya  hace años  que desapareció  la beneficencia. No necesitamos “sus limosnas” y mucho menos de  aquellos que se dedican no solo a hacer recortes sociales sino también recortes a  la dignidad  de las personas a la que dicen servir.