Rebajados,
están superrebajados y lo venden todo a
precio de saldo. Veamos:
La
justicia la rebajan en un 6%, la
investigación en un 34%, la educación en 21, 9%, la sanidad en un 13, 7%, y quitan
todas las aristas sociales limando el
Plan Concertado con el que el gobierno financia los servicios sociales realizando
entre otros recortes, un 28% para el
plan de drogas, 39% en el plan de mayores, 42% en infancia y familias y 43% en las prestaciones básica de servicios
sociales: El mayor recorte de la historia de dicho plan.
Para
contrarrestar tanta bajada, suben el precio de la luz en un 7% y el del gas en
un 5%. A quien se le ocurra leer tranquilamente en su casa un día de descanso, con bajadas de temperaturas y subidas del termostato,
mejor que lo haga a la luz y el calor del sol porque de lo contrario lo acusará en su próxima factura.
Y
puestos a subir, para que la balanza se
equilibre más, suben los impuestos a todos “los agraciados” con un
trabajo y como deben considerar que son muchos los que tienen “esa
suerte” de contribuir al engrose fiscal, han decidido nuestros benefactores
gobernantes realizar también una
amnistía fiscal a la “minoría evasora” de cuello blanco. Olé sus cuentas, a
esto se le llama hacer equilibrios.
¡Qué
élite de funambulitas tenemos!: recortan las partidas de educación, sanidad,
justicia, investigación, desempleo y todo aquello que huela a prestaciones
sociales y premian a los
defraudadores para que ahora que
estamos en semana santa rediman “sus pecados”, declaren sus extraviados dineros y los pongan
a buen recaudo en la caja fuerte que les han preparado con entrega de clave y
llave de forma inmediata.
Así
se levanta la economía de un país, si señor: traigan a su casa al niño rico,
perdónele todos sus pecados, sin rencor y sin acritud, no siendo que se marche de nuevo y le
dé por invertir en el país vecino y nos
deje pobres de nuevo. Esto es, a lo que deben
considerar socialización, inserción
social y sobre todo perdón, claro.
Pero
¿qué faltas tan graves han cometido los jóvenes, los estudiantes, los parados,
las familias sin recursos, las mujeres víctimas de la violencia de género, los
enfermos y todo tipo de dependientes, para que este gobierno los desproteja y
los mande a la deriva social?
Que
cien días nos han dado de maniobras,
cambios y deshaceres y lo que nos queda, porque todavía de este embarazo no han sacado
toda su criatura social, a la que siguen dilatando y manteniendo con
goteo.
Como
le dijo Cicerón a Catilina ante el senado romano cuando dio a conocer la
conjura que preparaba para hacerse con el poder absoluto:” Quoesque tandem
abutere, Catilina, patientia nostra?”,
así
podemos decirle a nuestro presidente : ¿hasta
cuando, Mariano, abusarás de nuestra paciencia?
La
mayoría parlamentaria no presupone una mayoría de aceptación social (las
manifestaciones, la pasada huelga general y las elecciones andaluzas y
asturianas así se lo han demostrado) y mucho menos un cheque en blanco para
generar discriminaciones, precariedades, desigualdades y rupturas de derechos
sociales generados a lo largo de muchos años de trabajo y lucha por conseguir
la justicia social que todo ciudadano se
merece.
Cada día me entran más ganas de bucar mi planeta como "El Principito"
ResponderEliminarA mi también me entran ganas, pero permíteme que te recuerde que en el planeta del principito había, como en todos los planetas, hierbas buenas y hierbas malas.Las del suyo eran las semillas de baobab que obstruían todo el planeta y lo perforaba con sus raíces.
ResponderEliminar" Es cuestión de disciplina", como decía el principito. Hay que hacer con cuidado la limpieza del planeta y obligarse regularmente a arrancar los baobabs en cuanto se los distingue de los rosales".....