Hay
que ver cuántos jóvenes cerebros se están yendo
de este país y aquí quedándonos con celebridades como el “pequeño
Nicolás”. Este sí que es un verdadero cerebro: agente del CNI, confidente de Zarzuela, mediador de soberanismos,
macrocasinos y coleccionista de
“selfies célebres, entre otros muchos
títulos que se te adjudican.
¿Cuántos
jóvenes se han comprado un título de marqués y estrechado la mano del rey en una audiencia oficial, cuántos
han logrado “reclinar” en el sofá de su casa al presidente de una patronal
empresarial y conseguido colarse en los círculos
económicos, políticos y sociales más importantes de España sin dar lugar a
sospechar que en realidad se es un don
nadie? Ningún joven ha llegado a estos
límites de “sabiduría”.
Al “pequeño Nicolás” con el trabajo que ha
tenido y tiene explicando su historia por entregas, no lo sacamos de este país
ni con la mejor oferta de trabajo en Alemania. Porque más que darle trabajo,
está él dándolo. Ahora se investigan sus llamadas, sus casas, a sus célebres
amigos y los vehículos oficiales que utilizaba.
Todo un país entregado con el niño que se ha convertido en cuestión de
estado. Y Nicolás dejándose querer en
todos los medios que ahora acuden a sacarse selfies con él como abejas. Como
para mandar a éste personaje fuera con los que produce aquí y el trabajo que
está dando.
La
historia de este Nicolás me recuerda a de otro personaje que he conocido recientemente
que al explicar los trabajos de servicios a la comunidad que
se reflejaban en su vida laboral, los justifica como
consecuencia de haber conducido sin carnet y además se enfada porque con cuarenta
años que tiene y habiendo conducido desde adolescente sin carnet por toda
España, ahora la guardia civil va y lo detiene y es que según él “se han puesto
de un exquisito que no veas”.
Pues
eso, Nicolás, que tras cinco años de
permisividad en tus movimientos, se han puesto muy exquisitos contigo. País de
exquisitos……
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