Yo como tú Mafalda, también estoy indignada y yo como tú quiero cuidar este mundo enfermo y denunciar a los que lo han enfermado y se dedican solo a ponerle bolsas de agua caliente para curarlo. Tengo varias razones para indignarme:
1. Me indigno con los que dicen que no es digno indignarse.
2. Me indigno con los dicen que se pierde el tiempo indignándose y ellos lo que han perdido es el “norte”.
3. Me indigno con la ambición de los políticos que tiene siempre un Plan B para su Plan A deshaciendo el Plan E.
4. Me indigno con los cargos políticos que se cargan de serpas llevándoles hasta los bolígrafos.
5. Me indigno con las medidas de austeridad que nos proponen nuestros dirigentes y que en su mayoría consisten en eliminar según ellos accesorios (coches oficiales, comidas de representación, teléfonos móviles, cargos de confianza….etc) pero no rebajan ni prescinden de ninguno de sus sueldos.
6. Me indigno con estos dirigentes recién elegidos que en sus primeras acciones “prioritarias” deciden no irse de vacaciones unos, erigiéndose en imprescindibles y “haciéndonos el favor“ y otros disfrutarlas hasta Septiembre, “haciéndose el favor”.
7. Me indigno con los que solo se indignan y no se comprometen. Vease:www.attac.es/hessel-la-indignacion-debe-ir-seguida-de-compromiso/
8. Me indigno con la indignación porque es contraria a la calma, ecuanimidad, equilibrio y serenidad.
9. Me indigno con lo “indigno” de algunos indignados.
10. Y sobretodo me indigno con los que se indignan porque yo me indigno cuando el motivo de mi indignación es su inacción.
Por todo esto Mafaldita, me uno a Miguelito y a ti para seguir observando la temperatura de este mundo que nos rodea, ponerlo en cuarentena si fuera necesario para eliminar “los virus” que lo están contagiando.
Cada vez más este mundo es una dramática representación de la parábola "apócrifa" del rico Epulón y los pobres.
ResponderEliminarCientos de millones de personas malviven en nuestro mundo, mientras minorías de privilegiados poseen toda clase de bienes de consumo, cuentas en paraísos fiscales, privilegios de todo tipo... Suelen cambiar de pareja como quien cambia de coche, mienten de forma compulsiva y como programada...
Creo que una mayoría de políticos y políticas pertenece al mundo de los ricos.
Pero esta es la verdad de nuestro mundo: cientos de millones de personas malviven con apenas un dólar diario, o con menos. Frente a la trama Gürtel, frente a Bárcenas y su dinero negro, frente a la ministra Ana Mato, que se hace la "sueca" pretextando que ella no sabía de dónde procedían los inmorales regalos para las fiestas de sus hijos...
Y encima, no pocos periodistas y creadores de opinión no son precisamente contundentes en la denuncia de toda esta injusticia.
En fin.
Tienes razón y cada vez más esta minoría de privilegiados nos someten a la indignación.
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